Cita del día:

Latidos para el alma!


MusicPlaylist

martes, 30 de marzo de 2010

Tú...!






Eres..., la melodía que marca el ritmo de mi corazón,
la canción que pone letra a mis sentimientos,
el aire que respiro en cada decisión.

El sonido que agudiza mis sentidos,
el silencio que le da fuerza a mi locura,
el embrujo y lo bonito de mi soledad.

Aquel tema romántico que aviva mis deseos,
el murmullo que resuena en mis oídos,
para hacer temblar los cimientos del amor.

La voz que eleva mi autoestima,
el susurro que alimenta cada sensación,
y hace que te ame con la imaginación.

Un grito para la esperanza,
el eco de la búsqueda sin temor,
por el camino que la vida me enseño.

Eres..., la palabra que cura mis recuerdos,
la verdad que alberga toda ilusión,
la mujer que persiguen mis sueños,
lo platónico de una pasión.


domingo, 21 de marzo de 2010

Mi princesa ( Simplemente un cuento) 3ª parte





El día paso rápido entre risas y miradas, surgían espontaneas entre ellos como la flor surge del tallo cada mañana y eso hacia dulce cada momento y sutil cada roce entre los dos. Pero como todo lo bueno en la vida, se acaba pronto y de nuevo la tarde acaecía entre los árboles, dándoles el punto de partida para retirarse cada uno por su lado, no sin antes citarse de nuevo un día no muy lejano para proseguir con aquello que había nacido entre los dos, una amistad que crecía o el amor simple y llanamente, aunque aun no lo reconocieran, pues era algo tan nuevo y distinto a lo demás que habían vivido que se les antojaba inverosímil, pero real a su vez.
De esos encuentros hubo muchos a lo largo de los meses que deshojaban el calendario con una velocidad pasmosa, pues a cada encuentro, sus vidas se unían mas y mas, sin dar pie a pensar en la realidad que tenían detrás, ni en lo que realmente eran cada uno de ellos, pues la distancia entre sus vidas era tal que no se pararon a pensar en todo lo que tendrían que luchar para estar juntos, ni los problemas que les llegarían cuando decidieran expresar sus sentimientos.
La princesa soñaba toda su vida con un amor así, mientras no dejaba de darle vueltas a la cabeza sobre como decirle su verdad, sabiendo que ese momento podría dañar todo lo que hasta ahora tenían. Y el humilde joven, apenas podía creer que tal belleza y dulzura fueran reales y se hubieran fijado en el, pero aun así los dos proseguían alimentado sus sueños día y noche, llenando cada vez más sus corazones y haciendo que fuera imprescindible ya la presencia del uno para complementar al otro.
Un día, el rey advirtió que a su pequeña le ocurría algo, que hasta ahora no había visto nunca en ella, pues el brillo de sus ojos delataba su felicidad. Intrigado por tal acontecimiento, pues el suponía que no era por el casamiento que habían preparado para ella, decidió hacerla seguir en uno de sus paseos, que cada jornada se alargaban mas y mas. Y así fue como aquel día de invierno, en que el frio arreciaba y la nieve cubría los pastos y las cumbres, las pisadas de la joven fueron seguidas por el lacayo del rey, observando atónito como la princesa se encontraba con el joven apuesto y humilde en un pequeño cobertizo, donde la lumbre alimentaba los troncos que daban calor a la estancia y la luz suficiente para que pudiera ver como entre los dos había algo más que una amistad. Raudo corrió para informar al rey de tal acontecimiento, mientras temblaba por la fatal noticia y por la reacción del monarca al saberla, pues la boda con el príncipe heredero estaba a las puertas y aquello no podía ser cierto..., la princesa estaba enamorada de un plebeyo!


( Continuara...)

lunes, 1 de marzo de 2010

Mi princesa ( Simplemente un cuento ) 2ª parte






Aquel momento se paró en el tiempo y durante no se sabe cuántos minutos, se quedaron inmóviles mirándose en silencio, absorbidos por una fuerza mayor que minaba su resistencia por cambiar ese instante.
Ninguno de los dos atinaba a pronunciar palabra, pues algo dentro de ellos estaba cambiando sin saber aun que era, pero lo increíble es que no les desagradaba sentirlo, mientras seguían uno frente al otro entregándose miradas.
Después de un largo rato el joven apuesto le entrego con una reverencia la flor rompiendo ese silencio y con apenas unas palabras se saludaron, presentaron y empezaron a charlar como si nada, apoyados en la sombra de un árbol, que les cobijaba del sol de aquella preciosa mañana.
Ella por supuesto escondió su condición y el simplemente escuchaba embobado como aquella mujer dejaba fluir sus palabras, dando un nuevo sentido a la palabra complicidad, pues se abrieron desde el primer momento y en apenas unas horas, que parecieron minutos, les dio la sensación de que se conocían hacia ya mucho tiempo.
Pero precisamente el tiempo es implacable y aquel primer encuentro dio a su fin, dejando en cada uno de ellos un regusto dulce, por tan inesperado encuentro y amargo a la vez por la separación, que les llevo a cada uno de nuevo a su cotidiana vida llena de realidades que nada tenían que ver con aquel tiempo que pasaron juntos.
Aquella noche fue diferente en sus respectivos aposentos, pues sus mentes al unisono viajaban de nuevo hasta los instantes donde disfrutaron de su compañía y los sueños empezaron a nacer sin darse cuenta.
Por primera vez en mucho tiempo las ilusiones de cada uno, que viajaban en dos direcciones muy distintas, giraron de repente para encontrarse en un punto común, pues el deseo por encontrarse de nuevo crecía a cada minuto que pasaba y la madrugada se hacía eterna entre deseos y sentimientos que crecían veloces, añorando la mañana y el amanecer que jamás parecía llegar, para volver a aquel lugar esperando encontrarse de nuevo.
Así fueron pasando para los dos los interminables minutos aquella noche, sin apenas conciliar el sueño, pero recogidos en un calor que antes nunca sintieron y que les llevo en volandas hasta que el gallo canto, dando punto de partida a un nuevo día, que se antojaba especial.
Suponemos que por parte de los dos había un temor palpable, pues en ningún momento volvieron a citarse para proseguir su charla del día anterior, pero en los dos nacía una esperanza al pensar que se encontrarían allí de nuevo y con ese sentir pusieron en funcionamiento sus respectivos menesteres diarios, partiendo raudos una vez acabados hacia el lugar concreto donde pensaron se encontrarían y proseguirían lo que la tarde y el tiempo les arrebato el día anterior.
Caminaban con temor y con ilusión a la vez, sus corazones latían con más fuerza mientras se iban acercando y un hormigueo recorría su estomago. No podían creer aquello que les estaba ocurriendo, pues no dejaban de pensar que apenas 24 horas antes eran dos completos desconocidos y hoy sus vidas parecían correr a la par junto con sus ilusiones.
Al lugar llegó antes él, y recorrió con la vista hasta donde el horizonte le dejaba y en todas direcciones, sin ver a nadie por allí. Una desilusión le atravesó el cuerpo como un rayo mientras quedaba pensativo y sentándose a la sombra del árbol que les cobijo el día anterior, espero paciente que se obrara el milagro y apareciera de nuevo aquella enigmática mujer que le había devuelto a su vida mil y una razones para vivirla intensamente.
No paso mucho tiempo así, pues del camino que divisaba desde su posición, a lo lejos, aparecía la figura delicada de quien esperaba ansioso y que bajaba por el sendero caminando con tranquilidad mientras se acercaba hasta el.
De nuevo juntos y sin muchos preámbulos, volvieron a dejarse llevar por el momento, esta vez paseando por aquel precioso lugar mientras sus voces resonaban entre los árboles y las miradas, que cada vez se hacían más notorias entre ellos, surgían espontaneas entre risas y palabras que desbordaban de ilusión su pequeño mundo, creado de la nada y acomodado ya entre sus vidas.

( Continuara...)

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