Renaciendo en ti.

Y mirándote a los ojos lo vi..., descubrí el significado de la palabra amor. Fue un latigazo al corazón, un seísmo de sensaciones que jamás sentí. Como si la tierra se moviera bajo mis pies y el cielo se cayera con todas sus nubes a la vez, aplastando mis sentidos, exprimiéndolos al máximo para sacar de ellos todo lo que yacía dentro para exponerlo ante ti con total claridad, despejando cualquier atisbo de duda que pudiera quedar entre ellos.
Así imagine ese instante, intenso como el llanto de un niño y fugaz como una estrella que ilumina el cielo oscuro de la noche en su vuelo sin retorno. Debía ser de ese modo, no había otro, después de tanto tiempo esperando.
Cuando se descubre que dentro de ti ha nacido algo tan bello, pasas el tiempo descifrando los detalles que llegan día a día, observando los cambios en tu interior, descubriendo nuevos mundos que antes no conocías, recorriendo caminos vírgenes por donde antes nunca pasaste y almacenando todo lo bueno que recoges a su paso.
Luego, el paso del tiempo va madurando las ideas, los sueños, las inquietudes y los proyectos de una nueva vida que se abre paso sin pausa, matizando en cada recodo los detalles mas insignificantes, haciéndolos absolutamente imprescindibles para seguir adelante y dejando atrás instantes obsoletos que se quedaron pegados a nosotros y que caen poco a poco como la fruta del árbol cuando llega su tiempo.
Entonces amanece en nuestro corazón un nuevo día y las nubes despejan el cielo dejándolo de un azul limpio y transparente como un espejo, en el que vernos con renovadas miradas y la sonrisa se tatúa a cada momento en nuestro rostro dibujando en el lo que desde el interior crece cada segundo.
Así solía ser cuando se amaba de verdad y antes de que se devaluara tanto este sentimiento por una sociedad y unos valores que se difuminaban a medida que el futuro cambiaba. Pero al conocerte a ti, mi amor, se escaparon de su prisión todos esos sentimientos y campan libres a sus anchas por mi corazón, sin importarles tópicos ni reproches, imponiendo su ley y esperando ser recogidos por ti para recorrer juntos ese mismo camino que inventamos los dos y espera impaciente nuestro paso para llenarlo de color y calor, dándole nueva vida y un destino..."EL QUE TU Y YO DECIDIMOS".