Recuerdo un futuro

Muñequita de ojos tristes con mirada color cafelito, de formas sublimes y tersa piel, adorarte es privilegio de mortales y soñarte es mi placer. En tu vientre quiero descansar del camino angosto que deje atrás, para acurrucada entre mis brazos al amor nombrar, con mil palabras perdidas que entre bocetos de ternura lograremos encontrar.
De tu mundo quiero sacar todo aquello sombrío que no te deja avanzar, para alzarte entre tinieblas y las nubes puedas alcanzar, pasear firmemente con tus pies descalzos, renovar las fuerzas que hagan a tu corazón vibrar y sentir la frescura que supone vivir en libertad.
Hasta donde quieras llegar, allí te llevare, si de mi mano te coges y me dejas guiar el curso de una vida que jamás pudiste soñar, porque hasta donde tu mente te dejó alcanzar, no vislumbro el amor que yo te podía dar.
Y juntos el rumbo emprenderemos, que nos de la sapiencia y el conocimiento para formar la unión perfecta entre alma y sentimiento, que unir logrará a dos almas para toda la eternidad, pues entre vidas que perdí sin sentido no te encontré, pero hoy que al fin te halle, nada se interpondrá que me aleje de ti y te pueda perder.
Buscaremos un hueco en el desván, para esconder tanto sentir, y así de vez en cuando rebuscar entre polvorientos recuerdos, los sentimientos perdidos que renovar nos permita, el amor derramado en descuidados días, para con ellos vencer la monotonía y el hastío que se suponen testigos implacables de un querer.
Pasará el tiempo sin darnos cuenta, entre la mirada de un sueño y la caricia en el alma, pues dejaremos abierta la puerta que perfumara los días y se colaran por ella los momentos, ansiosos por compartir la dicha y el aroma de nuestro existir.
Y cuando todo llegue a su fin, quedará el poso de nuestro amor, en el fondo de una vida plena de ternura y pasión. Imborrable recuerdo que nadie entenderá, si no fue en su vida capaz de sentir..., como yo te amo a ti.