Lo que perdí!

Hoy me despierto con la sensación de haber perdido algo, intento despejar mi mente para saber qué es lo que he extraviado y así ponerme a buscarlo, porque supongo que era importante para mí, si así lo siento después de dejar mi sueño en la almohada olvidado.
Me paro un momento al borde de la cama, me siento y reflexiono sobre mi vida. ¿Qué era aquello que sentía y hoy no lo siento?
Pasan los minutos, surgen los miedos, la aprensión y el desasosiego, me esfuerzo..., pero no puedo recordar por mucho que lo intento.
Me levanto y titubeante en mi empeño por descubrirlo, echo atrás en mi pensamiento los momentos que antaño me lo hicieron sentir, pero ni así! no puedo!
Es como un presentimiento que te oprime el pecho. ¿Qué angustia es esta que siento?
Mientras me acompaña un café en mi intento, doy vueltas y vueltas intuyendo, recorriendo el laberinto que llevo dentro, para alcanzar a este nerviosismo que se apodero de mi cuerpo.
Sospecho que cada vez estoy más cerca de desvelarlo, pues en mi mente se agolpan los sentimientos, que voy descartando a medida que los reconozco, y van quedando menos.
Estoy seguro de que lo lograre, no puedo permitir por más tiempo que me domine lo incierto y que mi corazón sufra por este enigma, al que no encuentro remedio.
Me encuentro solo en este entuerto, en esta lucha feroz contra mí mismo y mis recelos.
Paseando mis pasos por la casa, voy hacia el final del mismo, a su encuentro, y cerrando por un momento los ojos, lo encuentro !
Ya sé que es aquello que perdí, mientras rondaba mi mente por el país de los sueños, ya se cual es la verdad de este tormento, pues al encontrarte a ti…, me abandonó la soledad.